
Dios nos invita a conocerle mejor. ¡Que privilegio! Si el gozo del cielo es conocer la presencia del Señor sin ningún pecado de por medio que nos lo impida; entonces, ciertamente el buscar de su presencia debe ser el mayor deseo posible.
¿Sientes la necesidad de orar? La persona que no tiene necesidad de orar, no puede estar viviendo por fe.
La falta de oración en nuestras vidas demuestra: «Yo soy auto-suficiente para hacer todo lo que de mi se requiere. Pero, «¿será eso cierto? Y, «¿no contristamos a Dios cuando persistimos en nuestra auto-suficiencia?» La Biblia dice, «sin fe es imposible agradar a Dios» (Hebreos 11:6).
Las siguientes sugerencias se han diseñadas para ayudarles a pasar un tiempo extendido en oración y meditación con Dios. Usted, puede pasar este tiempo a solas o con otras personas. El orden no es lo esencial, pero provee una ayuda progresiva. Esta herramienta puede ser usada diariamente o en ocasiones especiales de retiros con Dios. Algunos quizás quieran seguir esta hora leyendo la Biblia más intensamente.
Es bueno arrodillarse o postrarse delante del Señor. «Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor» (Salmos 95:6). El caminar al orar también es una buena idea, o sentarse en una silla cómoda para que todo el enfoque sea hacia Dios. Asegúrese de encontrar un lugar apacible.
1. ACERQUÉMONOS A DIOS EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO
La audiencia que tenemos con el Padre es enteramente basada en los meritos del Señor Jesucristo. En otras palabras, es enteramente porque Jesucristo vivió perfectamente, murió satisfactoriamente y resucitó victoriosamente por nosotros, para que tuviéramos el privilegio de dirigirnos al Padre. Porque Dios acepta a Jesucristo, Dios también nos acepta a nosotros en Jesucristo.
«…con la cual nos hizo aceptos en el Amado» (Efesios 1:6b).
2. DELÉITESE EN ÉL
Exprese su admiración y deleite en Dios. Alábele por Su carácter y Su poder. No le agradezca en estos momentos por Sus hechos en su vida, pero enfóquese en la persona de Dios y sus atributos: Su Amor, Paciencia, Grandeza, Poder, Santidad, Gracia, Gloria, Conocimiento, Sabiduría, Bondad, etc.
«Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón» (Salmos 37:4).
3. EXPRÉSELE SU ANHELO POR ÉL
Dígale a Dios usted le desea sobre todas las cosas. Exprésele su anhelo más profundo de tener comunión con Él y por tener una vida santa o exprésele cualquier otra cosa que esté dentro de su corazón. Este no es el momento para orar por todas las cosas que usted desea, pero para esbozar sus anhelos de largo término. Quizás usted quiera usar Efesios 1:15-23 como una escritura de guía personal.
«Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo» (Salmos 42:1-2a).
4. LEA UN SALMO
Quizás a usted le gustaría leer un Salmos por día. Será de ayuda leer el Salmos que usted escoja en voz alta.
5.CÁNTELE A DIOS
Use un himnario, acuérdese de un coro o himno de memoria, o elabore su propio canto basándola en las escrituras.
«Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo» (Salmos 100:1-2).
6. INTERCEDA POR OTROS
Acuérdese de:
- De aquellos que le han pedido oración
- De los misioneros
- De aquellos que no son salvos
- De sus amigos
- De los líderes de la iglesia
- De los líderes de su país
- De sus familiares
- De aquellos que están pasando por dificultades o están de luto, etc.
«Así que, lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros» (1 Samuel 12:23).
7. ENCOMIENDE SU DIA A JEHOVÁ
Si usted esta orando en la mañana, a usted le gustaría encomendar cada aspecto de su día delante del Señor, encomendando una cosa a la vez. «Señor, por favor dame paciencia con mi hijo(a) cuando ella venga a desayunar, ayúdame a demostrarle amor y gentileza.» «Señor, cuando trate de hacer esa venta a las 2:00 de la tarde, ayúdame para que hable como un cristiano hablaría, y dame sabiduría.» Al mencionar cada aspecto de su día por orden cronológico, usted esta aprendiendo a confiar en Dios por cada detalle de su vida.
«Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas» (Proverbios 3:5-6)
8. PÍDALE POR OTRAS NECESIDADES ESPECIFICAS
Existen motivos de necesidades en tu propia vida y en las vidas de otros (la iglesia o un grupo específico). Dígale estas necesidades a Dios y pídale a Dios su dirección, liberación, fortaleza, sabiduría, o cualquiera que sea su necesidad. Es en este momento cuando usted debe arrepentirse de cualquier cosa necesaria. Espere que Dios le dé gracia para vencer. «Sé, pues, celoso, y arrepiéntete» (Apocalipsis 3:19b). Pídale a Dios con fe y humildad genuina.
«Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro» (Hebreos 4:16)
«Pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido» (Juan 16:24b).
9. MEDITE EN LA PALABRA DE DIOS
Meditar significa reflexionar, contemplar o pensar lentamente sobre algo—en este caso la Palabra de Dios. Si esta es su único momento de lectura bíblica, continué leyendo el pasaje que le sigue en su plan de estudio bíblico. Lea por lo menos un capítulo bíblico. Busque los versículos claves y medite en ellos, pidiéndole a Dios que le enseñe que significan. Márquelos en su Biblia y pídale a Dios que le ayude a acordarse de las cosas que él le está enseñando. Ore que Dios le dé humildad para compartirles a otros lo que ha aprendido.
Si usted está en un grupo, permita varios momentos de silencio para poder leer las escrituras. El líder podrá sugerir el pasaje que el grupo debe leer. Si hay tiempo, la persona que desee puede compartir lo que Dios le ha mostrado.
«Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; si no que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará» (Salmos 1:1-3).
10. OFREZCA GRATITUD A DIOS
Aun cuando existan dificultades en tu vida, Dios con todo ha sido bueno contigo. Exprésele a Dios apreciación por los hechos específicos que él ha obrado aun cuando no has sido merecedor de ellas.
«Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificios de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre» (Hebreos 13:15).
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